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A ver, el comportamiento de Naruto es totalmente comprensible. A veces llegas a apreciar mucho, a querer a una persona y ésta acaba cambiando, rompiendo el cuadro nostálgicamente alegre que conformaba la historia común pasada (véase, por ejemplo, la mítica foto del grupo 7 que se utiliza para recordar las primeras temporadas de la serie). En esas ocasiones se vuelve difícil, prácticamente imposible pensar que no hay vuelta atrás para que esa persona recupere la actitud que tenía antes. Uno ha de pensar que todo puede reconstruirse y volver a como solía ser. Porque de no ser así, ¿qué sería del valor de todas las cosas? Uno ha de pensar que la historia común ha significado algo. En este caso, Naruto quiere (y ha de creer) que Sasuke guarda dentro de sí parte de lo que fue. Justamente ésa es una de las cosas más maduras de Naruto, la transformación de Sasuke y la actitud de Naruto al respecto. Madura no respecto a que la actitud de Naruto sea madura, sino al tratamiento que se ha dado de los acontecimientos (entendiendo madura como elaborada y realista). Sasuke comenzó a perder el camino cuando la ira promovida por Itachi chocó con el inminente e inesperado complejo de inferioridad que despertó en él Naruto (recordemos su primer confrontamiento serio, aquel en el techo del hospital en el que, posteriormente, Sasuke ve la superioridad abismal del Rasengan frente al Chidori). Todo habiendo ocurrido, además, después del primer encuentro entre Sasuke e Itachi después de la matanza del clan. El mal entonces estaba "en caliente". Cuando cosas así pasan, siempre todo acaba enfriándose. Pasa que puede enfriarse de dos maneras (siendo esto obviamente una generalización de las millones de maneras individuales en las que puede enfriarse algo así): reestablciéndose la personalidad del afectado o causando un cambio sustancial en ésta. En este caso, Sasuke abandona la rabia producida por Naruto (vemos como en Shipuuden casi no se preocupa por las andadas de Naruto) y hasta consuma su tan ansiada venganza. Pero todo esto no le da la tranquilidad, no lo devuelve al estado inicial. En ese sentido Naruto (como serie) ha demostrado tener algo de calidad en cuanto al terreno narrativo (y esto es una gran aportación por mi parte, teniendo en cuenta que suelo cagarme en la trama de Naruto). Sasuke vuelve en frío, pero totalmente distinto, aparentemente como caso perdido.En fin, que os den.
Y así es como se empeñan en verlo todos, como un caso perdido, un ninja criminal. El cambio entre antes y después de la explosión en caliente (el entregarse voluntariamente a Orochimaru y la pelea contra el que había llegado a ser su mejor amigo) nos presenta a dos Sasukes totalmente distintos. Uno primer Sasuke frío pero bueno, un tipo cuya primera apariencia de enemigo se transforma en la de rival, demostrándose que está en el bando de los buenos, simplemente llevando a cuestas un pasado oscuro y un carácter serio, competitivo, arrogante y más bien apagado. El segundo Sasuke ya ha perdido la fe en prácticamente todo. Es un criminal ciertamente, bajo el perfil de persona que ya no confía en nada, ni siquiera (y ante todo) en el Sistema (en este caso el Mundo Ninja que se revela como un sistema que atentó contra su propia familia).
Aprovecho este inciso para añadir otro hecho: Sasuke no se aprecia a sí mismo. Me permito creer (y hasta podría haberse mencionado en la serie) que la arrogancia de Sasuke y su amor propio acaban dependiendo totalmente de la consciencia que tiene de su superioridad como ninja. Abandonado desde pequeño, pierde la capacidad de apreciarse a sí mismo por valores humanos. Potenciado esto, también, por varios hechos (el haber perdido a su familia, el haber perdido por primera vez la confianza en la misma confianza al descubrir a su hermano como asesino, el sentido del orgullo de su clan respecto a su calidad como ninjas, etc.) Aunque me vaya a terrenos más estéticos (entendiendo la estética en su acepción filosófica), cabe decir que Sasuke encuentra un sustento para entender y aguantar la realidad en el hecho de que es superior a la media. Todo cobra sentido bajo la idea de saberse mejor. Excavando más hondo o apuntando más fino diremos entonces que la prematura calamidad del asesinato de su familia ha destruido a Sasuke como persona: la venganza es su razón de ser. No tiene más objetivos en la vida. Y la venganza deriva en el hacerse más fuerte. Descubrir que Naruto rápidamente ha pasado de ser un inepto a igualarle e incluso superarle agita fuertemente los cimientos de su existencia. ¿Dónde está el sentido de la vida si ya no soy aquello que me definía? La verdad pierde sentido y la realidad se destruye por momento en el momento en que Sasuke ve los dos contenedores de agua afectados por el Chidori y Rasengan.
Escribo este inciso a fin de dejar clara la contundencia de este momento como detonante para la explosión que erosionará la personalidad de Sasuke, separando sus dos facetas como dos orillas intocables.
Éste es el mayor dolor para Naruto, como amigo suyo. Ver el horrible e inmenso abismo que separa al Sasuke al que llegó a querer y que llegó a quererle del Sasuke actual, cuyo camino parece haberse desviado totalmente. Kishimoto es inteligente al alejar lo máximo posible a Sasuke de Naruto. Ya no hay más encuentros. Sasuke tiene sus propios objetivos y ni siquiera se molesta en pensar en un posible enfrentamiento con Naruto. Es este menosprecio el que supone mayor dolor para su historia común. Naruto no es un rival ya, ni siquiera un enemigo. Es una sombra del pasado. Aunque sirve excelentemente para acrecentar la historia central de Shipuuden (que poco tiene que ver con Akatsuki, sino con la búsqueda de Naruto por saber qué ha sido de aquel Sasuke del que sólo queda una foto antigua), éste ardid nos presenta a un Sasuke más bien idiota. Obviamente tiendo a pensar que Kishimoto explicará esta actitud argumentando que Sasuke siempre ha tenido en cuenta a Naruto dentro de sus planes, pero ello se nos desvelará en un futuro, a modo de sorpresa apabullante.
Esta semana ha habido un momento de lo más bello que ha ilustrado toda esta línea que sigue Shipuuden: el momento en que Naruto se ha preguntado a sí mismo si Sasuke pensará en algún momento en ellos. Tenemos ahí todos esos sentimientos condensados: antes que desear que vuelva a su lado, antes que desear que lo absuelvan de sus crímenes, lo primero que quiere Naruto es saber que Sasuke aún piensa en su antiguo equipo, que aún existe alguna parte de su alma que está dedicada a Kakashi, Sakura y Naruto, suponiendo esto un nexo entre los dos Sasukes y, por lo tanto, una mínima posibilidad de traer de vuelta al primer Sasuke.
Creo que con empatía es fácil de comprender (y entonces no diremos que la actitud de Naruto es ridícula). Cuando realmente queremos a alguien, cuando esa persona ha significado algo en nuestra historia vital (un amigo, un familiar, un amante, etc.), tenemos que gastar hasta nuestro último aliento en confiar que, aunque dicha persona parece haber cambiado totalmente para ser ahora otra persona totalmente distinta, existe la posibilidad de recuperar aquella parte suya que correspondía nuestro aprecio. Y en este tipo de situaciones es cuando se demuestra que, como bien dicen, la esperanza es lo último que se pierde.
Y obviamente la serie sigue siendo un shonen con muchas fruslerías estúpidas en cuanto al tratamiento de la trama. No olvidaré la burda manera en que Kishimoto intentó reescribir, mediante recuerdos recompuestos de Sasuke, el acontecimiento en el que los Uchiha fueron asesinados. No haré la vista gorda frente al hecho de que el ochenta por ciento de las batallas se resuelven finalmente con un power-up de las mismas técnicas, desvirtuando totalmente cualquier ávida estratagema que se haya podido urdir anteriormente en dicha misma batalla. Y no perdonaré la manera simple en la que se nos presenta el avance de Sasuke y Naruto mediante un partido de ping-pong en el que cada uno va venciendo a alguien cada vez más poderoso. Sí, sí, me refiero a
Yo derroto a Deidara
Yo derroto al de los cinco corazones
Yo derroto a Itachi
Yo derroto a Pain
Yo me enfrento a los kages.
(el orden puede variar un poco, pero es así).
Una vez aclarado abiertamente mi desprecio ante todas esas técnicas pobres que no hacen más que defender la posición de quienes miran Naruto únicamente por las peleas y demostrar que a este shonen todavía le queda bastantes asperezas por limar, he de aplaudir la manera en que se ha construido toda esta historia, núcleo del Shipuuden. Y la manera en la que se ha superpuesto el argumento de Akatsuki (argumento que será descubierto por cualquiera como un mero hilo conductor de la historia principal) transformándolo en un espléndido artificio para hacer fluir la trama más importante.
Es una mierda, como casi cualquier shonen (One Piece o Bleach serían los dos otros grandes caca-galardonados).Quita One Piece de ahí, por favor. Bleach dejalo que ahí está bien, por cierto, leyendo todo ese tocho, parece que te ahs tragado toda la mierda.
No mezcles tus emociones en esto.Es una mierda, como casi cualquier shonen (One Piece o Bleach serían los dos otros grandes caca-galardonados).Quita One Piece de ahí, por favor. Bleach dejalo que ahí está bien, por cierto, leyendo todo ese tocho, parece que te ahs tragado toda la mierda.
Solo mola la 1º temporada.No hombre , no . Apoyo lo que dice Quirso , lo más interesante hasta ahora son los últimos capitulos de manga .
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